Somos seres emocionales que aprendimos a pensar y no seres pensantes que aprendimos a sentir.
E. Bachrach, biólogo molecular
¿Quién gana en el proceso de toma de decisiones la razón o la emoción?
Basada en este análisis del biólogo molecular, al momento que inicio el diseño de una estrategia comercial tengo más claro a que darle mayor peso a la razón o a la emoción.
Los seres humanos somos una fusión de apreciaciones y de todas las emociones, pensamientos y sentimientos que creemos tener.

Este conjunto de elementos da como resultado una forma de actuar y de elegir en el mundo.
Nuestra mente es excepcionalmente poderosa en ella realizamos todos los procesos de pensamiento racional, pero también en ella se dejan sentir unas fuerzas asombrosamente poderosas: las emociones.
Somos una mezcla de razón y emoción las cuales en ocasiones apuntan hacia el mismo lugar, en otras se contradicen y nos obligan a tomar una decisión.
Tenemos la opción de seguir a nuestro corazón o de hacer caso a la lista de pros y contras a través de la razón.

En cuanto al tiempo para la toma de decisión ciertamente se necesita más experiencia, más tiempo y un grado mayor de habilidad para construir razones que para dejar nacer emociones.
Les recuerdo, la emoción etimológicamente significa: “movimiento o impulso”; “aquello que me mueve hacia”.
Las emociones son experiencias subjetivas que inducen a la acción.
La emoción es uno de los seis estímulos que nos mueven en la toma de decisiones.
Es importante al momento de incentivar el uso de mis servicios o productos, la emoción es imprescindible y debemos incluirla en los procesos de ventas, en la comunicación y por tanto en cada una de las estrategias comerciales que definimos en nuestras empresas y en las gestiones personales si queremos una decisión en tiempo óptimo.